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Tiempo para el turismo idiomático

El aislamiento social forzado por la pandemia de la covid-19 abrió un espacio ideal para practicar el llamado turismo idiomático.

Y para los hispanohablantes o no, la ocasión se conjuga con la celebración del Día del Idioma Español (23 de abril), declarado por Naciones Unidas. 

El español (o castellano, según la Real Academia) es una de las lenguas oficiales de esa organización junto con el inglés, el francés, el árabe, el ruso y el chino.

Se trata del idioma oficial de más de 20 países, con más de 400 millones de hablantes nativos en todo el mundo.

De acuerdo con los expertos en la materia, ese lenguaje abarca a más de 530 millones de personas, 100 millones de ellas residentes en Estados Unidos.

La fecha del 23 de abril de 1616 recuerda el aniversario (un día antes) de la muerte del escritor, novelista y poeta español Miguel de Cervantes Saavedra.

El también dramaturgo es universalmente conocido, en particular por la obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, una de las más grandes de la literatura universal.

Emulando a Don Quijote

Uno de los objetivos de la efeméride es estimular al mundo acerca de la historia y el uso del español como lengua y contribuir a la difusión de las culturas hispánicas.

Y es ahí donde el turismo idiomático desempeña un papel clave para la extensión del conocimiento sobre ella.

Por definición, se trata de la práctica de “actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno natural por un período de tiempo inferior a un año”.

Acciones que están dirigidas a “hacer una inmersión lingüística en un idioma distinto al de su entorno natural”. Esa enunciación fue elaborada por la Organización Mundial del Turismo.

Su importancia radica en el impacto del dominio de la lengua en el aspecto económico del turismo, su contribución a la imagen del destino y al consumo de productos como el ocio, la cultura y la gastronomía. 

Para el Instituto Cervantes resulta prioritario acentuar los aspectos culturales del español y convertirlo en un medio de comunicación internacional y de ciencia.

Más, en tiempos en que el aprendizaje y práctica de una lengua no materna experimenta una pujante fuerza dentro de las modalidades del turismo.

La segunda lengua más hablada

Actualmente, el español es el segundo lenguaje hablado por la humanidad (577 millones), según el Instituto Cervantes, y 480 millones de esas personas como lengua materna.

Ese nivel lo coloca por detrás del chino mandarín y por delante del inglés.

En América Latina México, Colombia y Argentina son los países con más hablantes nativos con 120, 49 y 43 millones, respectivamente.

Otros 22 millones de personas estudian español en 107 países.

Al mismo tiempo, constituye la tercera lengua más utilizada en internet (8% de los internautas) y en las principales redes sociales (Facebook y Twitter) y la segunda en número de usuarios, detrás del chino mandarín.

En todo el mundo existen alrededor de 7000 idiomas. En Europa hay 230 y en Asia 2000.

Se pronostica que para el año 2060, Estados Unidos será el segundo país hispanohablante, después de México, es decir el 28,5% de la población estadounidense.

Según el Instituto Cervantes, más de 21 millones de alumnos estudian español como lengua extranjera, lo que coloca al turismo idiomático como una creciente fuente de beneficios para ese sector.

Una práctica que avanza paralela a otras modalidades turísticas como sol y playa, de reuniones, de naturaleza, de salud, cultural, espacial, gastronómico, de la comunidad gay y otras.

Wellness Destiny / Foto:  Gerd Altmann (Pixabay)

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