Danza y Bienestar

 

Wellness, es el término en inglés que se usa generalmente para definir el equilibrio saludable entre los niveles mental, físico y emocional, obteniendo como resultado un estado de bienestar general.

Si adoptando el Wellness, también nos divertimos bailando, es más probable que lo mantengamos en el tiempo y no hagamos como con el fitness, que en pocas semanas abandonamos

Danza y Wellness surge de la simbiosis entre ambas disciplinas como complemento la una de la otra. Permite ser más activos físicamente y mantenerse en forma de una manera más agradable.

La danza siempre ha sido una parte fascinante de la cultura, de rituales y de celebraciones. Los bailes se utilizan como recreación, espectáculo, autoexpresión y actividad competitiva. Lo grandioso del baile es que puede ser disfrutado a cualquier edad, género y talla.

Mantenerse activo es una de las principales recomendaciones que brinda la Organización Mundial de Salud para tener una buena calidad de vida.

En europea, siguiendo estas recomendaciones e indicaciones de importantes estudios científicos, cada dìa toma mas importancia este segmento.  Un artículo publicado el 2 agosto 2018 en Italia por ARISA, Asociación regional de deportes, artes, bienestar físico, que representa a las empresas que operan en el campo del deporte y el bienestar profesional: desde las escuelas de danza artística y deportiva hasta los centros de bienestar físico, explica Marco Contardi, presidente de la Asociaciòn, que en la región Lombardia, norte de Italia “Uno de cada tres lombardos,  practica deportes, asiste a un spa o a clases de deportes o danza artística”. Arisa actúa como el interlocutor de las empresas que participan constantemente en la región para garantizar promoción de estilos de vida, Wellness y servicios de excelencia.

La práctica regular de ejercicio físico es una recomendación establecida para prevenir y tratar los principales factores de riesgo cardiovascular modificables, como la diabetes mellitus, la hipertensión y la dislipemia. Realizar actividad física de intensidad moderada durante un mínimo de 30 min 5 días por semana o de intensidad alta durante un mínimo de 20 min 3 días por semana, o bailar 2 o 3 veces por semana mejora la capacidad funcional y se asocia a reducciones en la incidencia de enfermedad cardiovascular y mortalidad. Esta es una recomendación publicada por las asociaciones científicas internacionales de cardiología, estableciendo que el ejercicio induce adaptaciones fisiológicas cardiovasculares que mejoran el rendimiento físico, y solo en casos extremos pueden conducir a un riesgo aumentado de complicaciones asociadas al ejercicio físico y la mayoría de estos casos son detectados por profesionales bien instruidos.

Diferentes estudios internacionales han demostrado que bailar de forma regular y metódica, proporciona beneficios a la salud física, mental y emocional, incidiendo sobre el estado anímico al provocar “estrés positivo”.

Un estudio de la Universidad de Columbia, Nueva York, destaca la compleja coordinación mental que requiere la danza. El baile en sí mismo activa los circuitos motores y sensoriales del cerebro, la música estimula los centros de gratificación del principal órgano del cuerpo humano. La danza, de hecho, tiene tales efectos beneficiosos en el cerebro. Otro importante artículo publicado por el departamento de neurobiología de la Universidad de Harvard, EEUU, explica cómo actualmente la danza es usada como terapia para las personas con la enfermedad de Parkinson.