Bienestar

Internet de las cosas se vincula al bienestar

El mundo de la tecnología avanza a veces por rumbos insospechados y cada vez Internet adquiere más importancia.

Uno de los últimos episodios es la conectividad de Internet con los dispositivos utilizados en el hogar desde Echo de Amazon hasta… los termómetros.

Pero más aún. Ahora las empresas vinculan el estado de salud del usuario con los anuncios que se le proporcionan de diferentes productos.

Un método ya utilizado hace algún tiempo es utilizar las búsquedas de Google o los comentarios de las redes sociales.

Un creciente número de personas sustituye el médico por una búsqueda de los síntomas de malestar en Google y luego pone en Facebook un reporte a los amigos sobre su estado de salud.

A partir de ahí usted comienza a recibir anuncios de productos vinculados a su malestar. Así de sencillo.

Lo que se aproxima en Internet

Amazon ya recibió patente para instalar un programa en su chatbot Echo que permitirá a este robot recomendar productos como sopas de pollo o pastillas si detecta síntomas de tos o congestión en las personas que usan el dispositivo.

Según un informe del sitio web sobre tecnología CNET el asunto todavía va a mayores. Su Echo estaría en condiciones de sugerirle algún entretenimiento como una película si su voz denota aburrimiento.

Otras patentes presentadas por la compañía van encaminadas a posibilitar que los usuarios reciban sugerencias de productos a partir de palabras clave utilizadas en sus conversaciones.


Según The New York Times, uno de los más recientes casos tiene como protagonista a Kinsa, una nueva empresa tecnológica que vende termómetros conectados a Internet.

Ya la empresa Clorox pagó -según la fuente- para obtener la información de la licencia de Kinsa, y obtuvo los códigos postales donde se registran más casos de fiebre.

Con esos elementos la compañía dirige a esas áreas los anuncios de sus toallitas desinfectantes.

Sin necesidad de Google

Las interacciones con los anuncios de Clorox aumentaron 22% entre noviembre de 2017 y marzo de 2018, según un estudio de Kinsa Insights, la rama encargada de las ventas de datos de Kinsa.

Kinsa reportó que sus termómetros están en más de 500,000 hogares estadounidenses.

Ello le permite recolectar datos sobre enfermedad que transmite a otras empresas, aunque asegura que no incluyen información personal.

Por ahora se debe confiar en la palabra de Kinsa, porque no existen regulaciones en Estados Unidos para determinar como se pueden utilizar estos datos.

La variante del termómetro, por otro lado, da mayor confiabilidad a los anunciantes porque elimina la posibilidad de que se esté buscando en Google una enfermedad por alguna otra razón y no por el malestar del usuario.

Wellness Destiny / Foto: Marcus Löfvenberg (Unsplash)

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