Mejor el bienestar navideño que el stress
Compras, stress y comidas, son conceptos que sirven para describir la Navidad y todo el fin de año en el mundo en que vivimos.
Deberíamos agregar Bienestar Navideño.
Para muchos Navidad es una batalla que se espera con alegría pero con ciertas tensiones que habría siempre que enfrentar con la sabiduría del bienestar anualmente.
El stress puede relacionarse con los viajes. Un gran número de personas quieren hacer un turismo familiar en esta época para volver a ver a seres queridos distantes o simplemente para sentir la atmósfera navideña de una manera distinta, aunque al final sea similar.
No existen antídotos para la nostalgia. Habrá que aceptarla y viajar con las molestias que ello pueda representar si es que no nos visitan a nosotros. Las compras tienen más o menos el mismo perfil y siempre de acuerdo con el bolsillo. Y son casi obligatorias.
Salud mental y bienestar navideño
Quedan las comidas. Las cenas suculentas y el relajamiento navideño llevan a personas preocupadas por su peso corporal a perder terreno de manera rápida.
El deseo de mantener a toda costa el bienestar, muy relacionado con la salud mental y física, puede aliviar la “parte oscura” de los festejos.
Los especialistas aconsejan como punto destacado una rutina de ejercicios. Pero los mismos expertos están convencidos que los ejercicios no pueden convertirse en un obstáculo para pasarla bien en Navidades sino que deben ser un complemento.
Eso se traduce en lograr una rutina moderada. Nada de maratones para perder el peso que hemos ganado con las cenas.
Se trata de lograr un ritmo persistente pero tranquilo. Quizá una disciplina diaria que se siga todo el año. Los ejercicios son muy importantes para el equilibrio psicológico.
Ejercicios ayudan al bienestar navideño
El sedentarismo acentúa enfermedades crónicas. Está probado. La actividad atenúa especialmente los malestares psicológicos. Esto es tan importante que algunos países han promovido oficialmente políticas que refuerzan estilos de vida basados en la actividad física.
Los científicos explican que todo se relaciona con la liberación de endorfinas, que son neurotransmisores con efectos analgésico que provocan sensaciones placenteras.
Por la borda se van además el estrés y la ansiedad. Explican que la rutina de ejercicios disminuye tensiones neuromusculares, hormonas relacionadas con el estrés, y normaliza el pulso cardiaco.
El bienestar es definido en nuestros tiempos como un estilo de vida que creemos nosotros mismos. ¿No quiere engordar en Navidades? La recomendación no es dejar de comer fortaleciendo las dietas. Lo válido es mantener un equilibrio con los ejercicios cotidianos.
Un estudio de la Universidad de Alberta, Canadá, no aprueba las llamadas limpiezas de post-vacaciones, o sea limpiar y desintoxicar nuestros cuerpos tras los turbulentos días festivos.
Cuerpo perfecto, alegría perfecta
Se dice que los comerciantes de limpiezas dependen del miedo y la vanidad, y también de la preocupación de la sociedad por la delgadez.
¿Un cuerpo “perfecto” es alegría perfecta?. No debe ser si le quita el sueño con preocupaciones o se le cancela disfrutar plenamente los festejos.
Si los ejercicios cotidianos todo el año pueden preservarlo de “perder la línea”, una buena planificación de su viaje de vacaciones puede reducirle el stress. Hay muchas maneras de hacerlo.
Lo que sí se puede hacer contra el stress es mantener una mente positiva. Puede resumirse como estar “bajo presión” aunque bajo un objetivo gratificante. Este tipo de estrés surge cuando la persona está bajo presión, pero inconscientemente interpreta que los efectos de la situación le pueden otorgar algún beneficio.
El stress positivo de Navidad es llegar a nuestro destino, ver de nuevo a familiares o cumplir con una estancia en algún lugar que nos atrae. Ello combate el negativo, en la forma de un tráfico severo si se viaja por carretera o multitudes en aeropuertos.
Y muchas felicidades.
Wellness Destiny